En esta sección escribiré pequeños relatos de no más de doscientas palabras. Empezaré un proyecto imaginativo en el que trataré de subir dos microrrelatos por semana que contengan una frase en común, pero que cuenten historias completamente diferentes. Espero que lo disfrutes.

 

LA FRASE  USADA ESTA SEMANA ES: "AVANZÓ UN PASO HACIA EL FINAL DE TODO" ( 01 - 07 - 2017 )

Lo ansiado

Avanzó un paso hacia el final de todo. Tantas decepciones, tantos impedimentos causados por lugares de nacimiento. Tantos amigos apoyándole en todo momento. Tantas diferencias culturales. Tantos momentos en los que se rieron hasta que no pudieron respirar más, golpeando la mesa más cercana, mientras bebían maldiciendo al ganador de la partida recién jugada. No se podía quejar. Había vivido una buena vida y entre lo bueno y lo malo, lo había disfrutado todo. Claro que, en ese momento, brillaban más los buenos recuerdos en sus pensamientos. ¿Cómo no hacerlo? Al fin, había alcanzado el valor de hacerlo. De dar el paso definitivo que llevaba años esperando. Tenía tantas ganas…

Se acercó un poco más. Se sentía más nervioso que cuando fue a su primera entrevista de trabajo. Difícil no estarlo ahora. Lo que iba a hacer era una locura. Abrió la puerta y le miró a los ojos. Después de años, se atrevió a decírselo sin barreras lingüísticas entre ellos. Y, en un extraño idioma, fácilmente reconocible como oriental, susurró con un tono sólo dedicado a él, un simple y terriblemente significativo “te amo”.

¿El final?

Avanzó un paso hacia el final de todo. No quería que le dijeran lo típico. Claro que había ido al psicólogo. Claro que había ido más de fiesta e intentado disfrutar de los pequeños detalles. Ya lo había intentado todo. Todo. Y aun así, no perdía la esperanza de que apareciera alguien que evitara su suicidio. No podía más. Había luchado contra todo, pero no conseguía deshacerse de esa sensación de vacío en su interior. Por esa razón se encontraba en la azotea. Esperando que pasaran los últimos minutos de su vida. Miró la carretera encargada de recibir su cadáver. Suspiró. Había llegado el momento. Se adelantó un poco. Con miedo, extendió el pie derecho hacia su futura tumba y, cuando se disponía a dejarse llevar hasta el fin, la puerta de la azotea golpeó fuertemente, siendo abierta con furia. Se oyó como gritaban su nombre, y el grupo que apareció, corrió hacia él. Aturdido, se bajo del borde de la explanada. Se lanzaron hacia él. Tirándolo. Gritando su nombre. Uno de los sujetos le pegó un puñetazo por el suceso que habría ocurrido de no ser por ellos. Y, todos juntos, lloraron. Habían llegado a tiempo por una vez.

 

LA FRASE  USADA ESTA SEMANA ES: "LOS CLÍNEX ARRUGADOS ENCIMA DE LA MESA" ( 24 - 06 - 2017 )

Una noche de desesperación

Su habitación se encontraba más desordenada de lo habitual. Lo más destacable eran sus preciados libros esparcidos por el suelo, la ventana rota y los clínex arrugados encima de la mesa. Para que mentirnos. Había sido la peor noche de su vida. Acababa de llegar a su casa cuando recibió un mensaje. Había fallecido su madre. Todos sus esfuerzos por mantenerla con vida habían sido en vano. Todas esas horas extra en el laboratorio experimentando hasta la saciedad para encontrar una cura de su rara enfermedad. Todas las promesas que nunca llegaría a cumplir…

Cuando leyó el mensaje, una tristeza inundó su cuerpo. Se mareó. Sentándose, se quedó cerca de dos horas mirando el mensaje. No podía ser verdad. No quería creerlo. Se levantó enfurecido, frustrado, llorando. Cogió todos los libros con los que había estado estudiando. Los tiró al suelo, rompiéndolos. Fuera de sí, llegó a golpear la ventana con su puño, clavándose todos los cristales. Su llanto fue oído por toda calle cercana, rasgando el cielo, tiñéndolo de dolor. Cuando consiguió calmarse, se sonó los mocos y secó la cara, pero aun así, no paró de llorar hasta que se le gastaron todos los paquetes de clínex de su casa.

Que pare esta injusticia

Es agotador. Odio ver a todo el mundo feliz con la llegada de la primavera. Todos sonrientes porque se acabó el invierno. Pero, ¿no veis el horror que comienza ante vosotros? A ver, puede ser que yo también exagere en gran medida, pero no soporto la primavera. Es una estación preciosa, tenéis razón. Las flores comienzan a aparecer, los animalillos despiertan de su largo sueño, los árboles esparcen su polen arruinándonos la vida a los alérgicos… Porque señores, no. No son graciosos los clínex arrugados encima de la mesa durante meses. Tener que llevar siempre cuatro paquetes por si acaso se te acabaran y aun así tener que pedir siempre a algún afortunado que no tiene que soportar esta tortura. El llevar siempre la nariz roja, los ojos llorosos y la paranoia de si te has limpiado la nariz bien. Así que señores y señoras, por favor absténganse de comentarios como “que bonita es la primera” o similares en presencia de las pobres almas  desgraciadas como la mía.

Microrrelato ganador de  “ESCRIBE TUS SUEÑOS” en la categoríaB (IES GREGORIO PECES-BARBA de Colmenarejo)