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LA FRASE USADA ESTA SEMANA ES: ERA SU ÚLTIMO DÍA

EL GRAN MAESTRO LITERARIO

Era su último día trabajando allí. ¿Quién iba a pensar que tras nueve intensos años acabaría por fin su periodo de estudios? Se había ido de su país para poder estudiar lo que llevaba soñando desde pequeño. Estuvo escribiendo a varios artistas literarios, rezando porque alguno le acogiera como su alumno. Al final, un hombre italiano, bien conocido por las grandes obras escritas a lo largo de su vida, le respondió curioso. Estaría con él hasta que aprendiera a escribir de verdad, puesto que el gran maestro opinaba que sus escritos, ensayos y demás no valían ni un penique. Últimamente, cada vez que leía sus historias cortas, no le gritaba furioso. Esto era un cambio considerable y lo sabía. Sabía que cada vez horrorizaba menos su manera de escribir. Por ello, no se sorprendió cuando, una mañana, siguiendo la rutina de escritura y leyéndoselo en voz  alta, el maestro le silenció, justificándose como que ya no necesitaría sus correcciones nunca más. Una semana después, se encontraba haciendo las maletas y preparándose para volver a su país. En la despedida, el maestro, le abrazó y dándole unas palmadas en la espalda dijo:

        - Muy bien hijo. Espero noticias tuyas pronto.

NO DEBERÍAS

Era su último día. Suspiró mirando el reloj. Era su última oportunidad y lo sabía. Quedaba menos de una hora para el comienzo de la boda. Debería haberlo planeado mejor. Mierda. Estas cosas siempre le pasaban por ir apurando hasta el último minuto. Entró en la iglesia, saludando a los allí presentes, invitados de los novios. Se situó en su asiento asignado, en el lateral destinado a los amigos y familiares del futuro esposo. Cuando le vio entrar, se acercó, pero no para felicitarle.

       - ¿Me puedes escuchar un momento?

       - No te esperaba aquí. ¿No estabas en contra de todo esto?

       - Estás cometiendo un grave error. No te puedes casar así. No es el objetivo de una boda

       - ¿Y eso por qué? Si quiero casarme con esta mujer por un contrato laboral que tenemos, lo hago.

       - Pero, ¿es que ya no quieres ser feliz? ¿sólo te importa el trabajo y ser mejor que el resto?

       - Claro que no, pero esta es la oportunidad de mi vida.

Enfadado, el invitado salió de la boda y, no se enteraría hasta horas después, de que su conversación previa a la boda tendría gran repercusión en esta, siendo cancelada.