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    La Inspiración es aquello a lo que culpamos de no poder hacer algo considerado “creativo”. La cuestión que me asalta es la siguiente: ¿La inspiración es algo a lo que debemos esperar para poder avanzar en un ámbito de nuestras vidas o simplemente podemos ignorarlo y seguir adelante sin ella?

    Desde mi punto de vista, nos pintan esta idea como algo de lo que solo podemos disponer en momentos puntuales. Para mí, no es algo tan abstracto y pasajero. Vivir con esta creencia llega a ser triste. El hecho de que si no sientes “inspiración” no serías capaz de escribir un texto que supere un par de líneas. Debería ser algo que te ayude, no que te frene al carecer de ella. Puede que yo no sea el ejemplo más correcto de esto ya que muchas veces culpo a la falta de creatividad o a la falta de inspiración para no hacer ciertas cosas que no me apetecen. Cierto es que muchas veces, aun sin ella, soy perfectamente capaz de hacer lo que se supone que solo puedes con ella. Muchas veces la inspiración no llega, si la quieres tienes que salir a buscarla. Necesitas iniciativa. ¿Tienes que escribir una memoria y no tienes “inspiración”? Comiénzala. Escribe y escribe. Ella irá llegando poco a poco hasta que las palabras salgan solas. Simplemente debes dar rienda suelta a tu mente. Dejar que ella tome el control. Si no dejas que se sienta liberada no trabajará igual de bien que si no siente limitaciones.

    Esto se relaciona, por una pequeña parte, con los sueños. Los sueños son pura imaginación, donde tu mente te controla y ese debería ser el objetivo. Me explico. Tu mente, tu manera de pensar es lo que te mueve a través de decisiones  que la van transformando. Tu mente es una de las cosas más valiosas que tienes. Deberías prestarla más atención, pues es una de esas cosas que van a estar contigo hasta el final, quieras o no, en buen estado o no, pero ahí permanecerá. Déjala que diga lo que tiene que decir. No te censures. No seas un robot más de la sociedad. No te conviertas en una cáscara que solo hace lo que tiene que hacer, siguiendo lo que otros le han impuesto, amargando su triste existencia. Tienes mente, una manera de pensar, por Dios, úsalo, solo intentando comprenderte al cien por cien conseguirás la “inspiración”. Si no lo intentas no lo consigues.

   Dicho esto, y habiéndome salido del tema, solo cabe decir que no culpes a la “inspiración” si no te ves capaz de hacer algo. Dejemos de lado ese pensamiento tan extremista de que sin inspiración no se puede ser creativo. El primer paso para hacer cualquier cosa es proponérselo. Tener un mínimo de fuerza de voluntad. En vez de comerle la cabeza a los niños con la “inspiración” se les debería enseñar que la mejor manera de triunfar, de ser creativo o de lo que quieran, se empieza con fuerza de voluntad para comenzar un texto como este. Esa fuerza de voluntad tiene que ser una que te empuje a hacer algo aunque te de pereza. El pensamiento de lo tengo que hacer. La gente que triunfa no es la gente que se encuentra inspirada. Son las personas constantes. Dicho estoy y, para finalizar este pequeño ensayo, deja de culpar a la inspiración y empieza de una vez a hacer lo que tienes que hacer.